El lao-lao, el rey indiscutible de las bebidas alcohólicas de Laos (con permiso de la cerveza Beer Lao), es un licor de arroz de alta graduación tradicional del país. Su nombre no es una palabra repetida dos veces, como sugiere su transcripción romanizada más habitual, sino que una ligera diferencia en el tono y la duración de ambas sílabas hace que la primera signifique “alcohol” y la segunda “laosiano”. Se trata de un aguardiente de fabricación casera hecho artesanalmente a partir de la fermentación del arroz, y se suele servir como bebida de bienvenida a los visitantes y en cualquier ocasión de celebración. Se toma en un solo vaso pequeño de vidrio que es compartido por todos y se rellena a medida que es bebido sucesivamente por cada miembro del grupo, dispuesto en círculo. Es común también que se dejen macerar en el alcohol raíces y reptiles como serpientes y escorpiones, en el interior de botellas de vidrio, logrando así una bebida alcohólica muy apreciada a la que se suponen propiedades medicinales. La coartada perfecta para los que quieran coger una buena cogorza… aunque en Laos más bien les va a hacer falta un buen pretexto a quienes no estén dispuestos a echar un trago de lao-lao de vez en cuando.