Laos es un país donde conviven numerosas culturas distintas, cada cual con sus propias costumbres, pero a pesar de ello se comparten una serie de normas básicas de educación. Como ocurre en todas partes, las ciudades son más flexibles y sus costumbres más occidentalizadas, mientras que en los pueblos la desviación de la norma suele ser vista con menos indulgencia.
Los habitantes de Laos son muy tolerantes con los comportamientos que les resultan extraños, pero, a pesar de ello, adaptarse dentro de lo razonable a las costumbres locales es visto como una muestra de respeto y conlleva una mejor acogida por parte de los lugareños.
🧘 ¡RELÁJATE! En primer lugar hay que intentar olvidar las prisas del mundo occidental y adaptarse al ritmo de vida laosiano, comparativamente más pausado. Hay que vencer la inercia de aplicar la lógica que estamos acostumbrados a emplear en nuestro país, y aceptar que en Laos las cosas se resuelvan a un ritmo más lento del que posiblemente esperaríamos o desearíamos. Que alguien se enfade por este motivo es algo incomprensible para los laosianos.
👞 ZAPATOS FUERA. Antes de entrar en cualquier casa particular o en los templos siempre hay que quitarse los zapatos. Aun si se trata de una casa sencilla con suelo de tierra, ello no exime del mismo comportamiento.
👩❤️💋👨 CONTACTO FÍSICO. En general se evita el contacto físico entre personas que no sean familiares, y las muestras de afecto en público entre personas de sexo opuesto provocan una gran incomodidad.
🔊 HABLAR BAJO. Los laosianos suelen hablar bajo y evitan la confrontación, y hablar fuerte se considera de mala educación.
🧐 GENEROSOS Y ASEADOS. Que un turista occidental, con el poder adquisitivo que acertadamente se le presupone, se ponga a discutir desaforadamente por un precio que considera excesivo o por un servicio que considera deficiente es algo incomprensible para la gran mayoría de laosianos. Por el mismo motivo, tampoco se comprende que un turista no vaya aseado y no vista ropa limpia.
👙 VESTIMENTA MUJERES. Se espera que las mujeres vistan con discreción, especialmente fuera de las principales ciudades. Aunque la gran diversidad étnica de Laos incluye todo tipo de vestimentas, a la hora de elegir bañador es conveniente saber que en general se considera irrespetuoso con las costumbres del país que las mujeres se bañen en público en biquini. A pesar de que no es necesario llegar a este extremo, muchos laosianos de ambos sexos se bañan en el río con toda la ropa de calle puesta, incluyendo tejanos, camisas y camisetas.
🦶 LA CABEZA Y LOS PIES. En Laos la cabeza se considera la parte más pura del cuerpo, y los pies la más impura. Por ello, poner los pies sobre una mesa o silla, o sentarse en el suelo con los pies hacia adelante, se considera de mala educación, y tocar a alguien su cabeza se considera algo muy irrespetuoso. En relación con esta jerarquía de cabeza a pies, es de buena educación inclinarse ligeramente cuando se pasa enfrente de alguien que está sentado, y es de muy mala educación pasar por encima de alguien que esté sentado o echado sobre el suelo, aunque el espacio para circular sea muy reducido y no se le toque. En tal situación, es preferible pedir a la persona que se aparte un poco, aun si está durmiendo y es necesario despertarla. Este hábito cultural tan arraigado permite contemplar algunas situaciones curiosas, como la incomodidad que supone para los pasajeros autóctonos de un “barco lento” encontrar el pasillo obstaculizado por las piernas atravesadas de un pasajero extranjero tumbado en el suelo.
🛕 VISITA DE TEMPLOS. La visita a los templos conlleva el seguimiento de unas normas de comportamiento específicas. Se espera que el visitante se comporte de modo especialmente respetuoso, que se descalce antes de entrar al templo, que vista ropa que cubra por lo menos hasta debajo de las rodillas y que cubra también los hombros, que no alce la voz, que no realice fotografías en los espacios interiores a menos que alguien autorizado le dé permiso para ello, que no toque las estatuas y otros objetos de culto ahí presentes, y por otro lado las mujeres deben también evitar cualquier tipo de contacto físico con los monjes y novicios.
👛 PROPINAS. La propina es un concepto absolutamente foráneo en Laos, pero la única excepción a ello se da en el ámbito turístico. Así, en los restaurantes turísticos de alta categoría, donde es frecuente dejar propina en caso de que no se cargue directamente a la cuenta una cantidad en concepto de servicio, y también lo es en caso de contratar a un guía o conductor con quien se quede razonablemente satisfecho, o de solicitar o permitir que el empleado de un hotel lleve nuestras maletas hasta la habitación, etc.
🙏 MENDICIDAD. A pesar de que se trata de una práctica poco frecuente, y más teniendo en cuenta el nivel de pobreza de un porcentaje importante de la población de Laos, en las principales poblaciones con presencia de turismo se pueden encontrar ocasionalmente personas que piden limosna. El hecho de dar limosna no cambia sustancialmente la dura realidad de las personas que se ven abocadas a mendigar, y en cambio fomenta un sistema de vida que no desarrolla los recursos propios y tiene un impacto negativo directo sobre la comunidad social autóctona. Esto es todavía más cierto en el caso de los niños.
💰 DONACIONES. Se recomienda que, en general, cualquier donación que se quiera hacer se haga a través de las instituciones sociales pertinentes: el maestro de un pueblo o el naiban (jefe del pueblo), por ejemplo, sabrán repartir material escolar de una manera más racional y adaptada a las necesidades que si se da indiscriminadamente a los niños que se vayan encontrando por la calle, y al mismo tiempo de este modo se estará ayudando a reforzar las estructuras sociales locales. Se recomienda que en todo caso, si se opta por hacer una donación dirigida a una persona en particular y no a una comunidad, la donación no sea en forma de dinero sino en forma del producto que se perciba como una necesidad. Por otro lado, un gran número de organizaciones para el desarrollo actúan en Laos, en tareas orientadas a mejorar las condiciones sanitarias, la educación o la seguridad, y están abiertas a donaciones particulares para seguir llevando a cabo su tarea.