Peligros y precauciones: seguridad durante el viaje a Laos

Laos es un destino esencialmente seguro para el viajero. El carácter local es pacífico y acogedor, y las actitudes violentas son algo muy raro.

Tal como dejaron constancia los primeros viajeros europeos que visitaron el territorio del actual Laos, sus habitantes tienen un carácter acogedor y pacífico, y las situaciones que puedan implicar violencia o agresiones físicas son algo extremadamente raro. En mis viajes por Laos durante 15 años sólo he sufrido un hurto, en parte debido a un descuido mío, y sólo he presenciado un par de peleas sin importancia, ambas entre hombres que se habían pasado con el lao-lao (aguardiente de arroz).

El viajero de ambos sexos puede transitar tanto por zonas urbanas como rurales sin miedo a ser víctima de ningún tipo de agresión, aunque lógicamente es recomendable tomar las mínimas precauciones que tomaríamos en cualquier otro lugar. Aunque no son algo común, hay que tomar también precauciones contra posibles hurtos y mantener las pertenencias de valor bajo control.

La carretera: el principal peligro de Laos

El principal peligro para el viajero se encuentra en la carretera, sobre todo durante la época de lluvias, debido al terreno montañoso, el mal estado de las carreteras y a que, por decirlo de alguna manera, el listón de las ITV locales no es demasiado alto.

🚌 Autobuses. En cuanto a los autobuses, los accidentes son infrecuentes, y como recomendación general sólo conviene evitar los trayectos nocturnos, excepto en el tramo de la carretera 13 que cubre la mitad sur del país, entre la capital Viang Chan y la frontera camboyana, puesto que a diferencia del resto del país este tramo es llano y la carretera se encuentra en un estado razonablemente bueno.

🛵 Moto. El alquiler de motos, si bien es una muy buena opción especialmente en las zonas menos montañosas del centro y sur del país, requiere la máxima precaución. Excepto algunas de las principales vías que vertebran el país, la mayoría de carreteras están sin asfaltar o se encuentran en mal estado, especialmente durante la época de lluvias, cuando algunas rutas de tierra transitables durante el resto del año se convierten en un auténtico lodazal. Conviene pues extremar las precauciones, ya que el alquiler de motos en Laos no incluye ningún tipo de seguro, y en caso de tener un accidente de cierta gravedad puede resultar muy difícil encontrar asistencia médica con unas mínimas garantías.

🚤 Lancha. Como ya se ha indicado, no es nada recomendable tampoco el transporte por río en lancha, un medio rápido pero incómodo e inestable que cada año provoca accidentes mortales.

Drogas

En las principales ciudades del país, así como en los enclaves turísticos más frecuentados por jóvenes mochileros como Vang Viang o Don Dèt, hay personas —a menudo conductores de tuk-tuk— que ofrecen un variado surtido de drogas a los turistas. Aparte de que la tenencia y el consumo de drogas ilegales están prohibido en Laos, y en los casos más graves puede comportar largas penas de cárcel, es una práctica común que el vendedor esté en combinación con algún policía local que aborde al comprador tras la venta, dejándole elegir entre ir al calabozo o pagar una multa al momento, que suele ser de 500$ USD. Obviamente no expiden recibo.

Sexo

Es conveniente saber también que las leyes de Laos, seguramente en un intento de evitar que el país se convierta en destino del turismo sexual, prohíben las relaciones sexuales entre habitantes nacionales y extranjeros, a menos que estén casados de acuerdo con las leyes del país. El incumplimiento está penado con multas cuantiosas e incluso penas de cárcel.

Bombas

Lamentablemente, tras las drogas y el sexo no vamos a hablar de rock’n’roll, sino de bombas. Entre 1964 y 1973 la aviación norteamericana lanzó más de dos millones de toneladas de bombas sobre Laos, la gran mayoría de las cuales eran bombas de racimo cuyas municiones en un alto porcentaje no llegaron a detonar al alcanzar suelo laosiano. A pesar del trabajo de desminado que realizan varias agencias y ONG, todavía quedan muchas municiones activas en el subsuelo del país, que siguen causando centenares de accidentes cada año entre las comunidades rurales. Las áreas más gravemente afectadas se encuentran alejadas de las rutas turísticas convencionales, básicamente en la provincia de Siang Khuang y en la mitad oriental del sur de Laos, contigua a la frontera vietnamita. Para quien decida visitar estas regiones, es muy recomendable ceñirse a las carreteras y caminos marcados, o contratar los servicios de un guía local si se desea andar por el monte.

El peligro para el turista de las municiones de guerra no detonadas es prácticamente inexistente, ya que las zonas que entrañan cierto riesgo se encuentran alejadas de todas las rutas mínimamente turísticas.

Bandidos

Como hemos dicho, en Laos es extremadamente raro encontrarse con actos de violencia contra viajeros. Sin duda las probabilidades son muchísimo más reducidas que en la gran mayoría de países del mundo, incluyendo España. Entre enero del año 2016 y febrero del 2017 hubo varios tiroteos esporádicos en las carreteras de la región fronteriza entre las provincias de Luang Prabang y Vientiane (en la carretera 4C y en el tramo de la carretera nacional número 13 comprendido entre las poblaciones de Kasi y Phu Khun), y también en la región de Saisombun —la única región de Laos cerrada al turismo—. La muy escasa información oficial que el Gobierno ha hecho pública se limita a atribuir los ataques a bandidos. Algunos medios han apuntado que la mayoría de los ataques —con varias víctimas mortales— han estado dirigidos a vehículos chinos, y por ello se especula que la motivación podría estar relacionada con la expansión china sobre territorio laosiano a través de numerosos proyectos de infraestructuras.